Aún sobreviven en Manizales edificios que se construyeron entre finales del siglo XIX y principios del XX, explica Jorge Enrique Robledo Castillo, arquitecto, profesor y político colombiano.
“Además de los altos edificios, los barrios con jardines, las fachadas flotantes, los conjuntos cerrados, los alardes postmodernos y los otros recursos que muestran que la urbe se mueve al ritmo de los tiempos, existen tres aspectos que vale la pena reconocer: la edilicia tradicional, su arquitectura republicana y el empleo del bahareque”, afirma Robledo Castillo.
El arquitecto cuenta que los grandes incendios de 1925 y 1926 le cambiaron la faz al centro de la vieja Manizales. “La zona se reconstruyó con la llamada “arquitectura republicana”, el nombre que recibió en Colombia la influencia arquitectónica historicista europea del siglo XIX”, advierte.
Los edificios republicanos del Centro Histórico de Manizales, incluidos los muchos que existen de bahareque fueron declarados patrimonio nacional. Allí se encuentran fachadas organizadas bajo una estricta paramentación: manejos simétricos, alturas similares, entre otros elementos.